El chemsex no es solo unir sexo y sustancias. Es un viaje que suele comenzar con la promesa de desinhibición, conexión y placer intenso. Un «enamoramiento» donde todo parece bajo control y la vida se siente más viva.

Pero en la dinámica con las drogas, tarde o temprano, llega el día en que estas te traicionan. Es el día en que haces cosas que no querías o dejas de hacer las que sí. Los engaños se acumulan, el sexo sin sustancias desaparece y el mundo social se reduce. Generalmente la ansiedad y el miedo se muestran cada vez más. Intentas convencerte de que «lo controlas». Piensas que aún recibes cosas positivas.

Esta fase se puede extender durante meses o incluso años. Todo va colapsando y aparece el primer susto o surge un problema laboral, un ingreso hospitalario o un altercado violento…. La situación puede volverse tan complicada que la única salida que parece quedar es, irónicamente, seguir consumiendo. Ese espacio en el que disfrutas y donde la realidad no molesta.

Si esta es tu realidad, quiero que sepas que hay una salida. No desde el juicio, sino desde la comprensión. Mi trabajo como psicólogo especializado es acompañarte en un proceso estructurado y personalizado para recuperar tu vida.